Su nombre original es "RIGODON" que se deriva del de su autor, Antonio Ragaud, que lo creó en la Provenza, Francia en el siglo XVIII. Con la intervención francesa llegaron los rigodones al territorio nacional, los que en un principio fueron solaz únicamente de la clase social más favorecida; pero no tardaron en llegar hasta el pueblo humilde, quien los interpretó imprimiéndoles un sello característico del alma mestiza.
Hace mucho que las Cuadrillas desaparecieron de los salones señoriales, desplazadas por el empuje de nuevos ritmos, pero el pueblo, conservador ferviente de la herencia ancestral, aún ejecuta con pasión este baile que tiene un sabor francamente mestizo, gracias a las modalidades que él mismo les ha impuesto. Por su ejecución, es en realidad una contradanza.
El ritmo de la música está adaptado a cada una de las cinco figuras de que se compone, siendo los instrumentos más comúnmente usados el violín, la guitarra, el tambor, el acordeón y principalmente el arpa.
Este baile estuvo de boga en nuestro país en la segunda mitad del siglo pasado.
Entre el pueblo humilde no había invitación personal, bastaba con correr la voz para que hombres y mujeres concurrieran con oportunidad al lugar del baile ataviados según la usanza. El hombre, con borceguí, pantalón de charro con aletón, guayabera, mascada al cuello. La mujer con botines de raso y puntera de charol, enagua de cuchillas con olanes, blusa escotada, rebozo y peinado de rizos en la frente, con chongo alto.
La sala debía ser de amplias dimensiones y el piso, si no estaba entablillado, se regaba antes de empezar el baile y después, cada vez que comenzaba a levantarse el polvo. Las vecinas prestaban los asientos que hacían falta.
Al empezar el baile, como una galantería los señores mayores ofrecían a las damas vino, las que tenían la obligación de aceptar y era práctica obligada de higiene pasar la palma de la mano izquierda por la boca de la botella antes de tomar .... o simular tomar, del contenido. Cuando era joven quien brindaba el vino, la música cesaba de tocar, éste decía un verso dedicado a alguna de las muchachas concurrentes, la que tenía la obligación de contestar. Venían los aplausos y después los comentarios. Eran versos burdos, pero veraces y en ocasiones no excentos de donaire.
Cualquiera que fuera el número de parejas, todas bailaban porque se procedía por riguroso turno. Además entre juego y juego de cuadrillas se tocaban otras piezas distintas, dos o tres que aprovechaban quienes habían estado como espectadores.
Bagres es una comunidad de Tepehuanes del Estado de Durango situada en las márgenes del rio del mismo nombre. Cuenta apenas con 360 habitantes. En tiempos de la intervención francesa, los invasores se establecieron en ese lugar, y todavía sus pobladores revelan a la clara la sangre europea. Puede decirse que allí se bailan las cuadrillas con sentido ritual, por que el hacerlo es una prerrogativa que sólo se concede a las personas mayores.
Obtenido de:
Isaac, L. B. (03 de 2011). LABORATORIO DE RECOPILACION DE
LA DANZA U. de G.: LAS CUADRILLAS "Tepehuanes". Obtenido de DANZA
EN LA WEB: http://danzap.blogspot.mx/2011/03/las-cuadrillas-tepehuanes.html
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